Este mes, la cotización del petróleo Brent ha alcanzado por primera vez desde finales de 2014 el precio de 80 dólares por barril.
Los organismos internacionales y los grandes consultores han fracasado estrepitósamente a la hora de anticipar esto que está pasando, ya que preveían un nivel como mucho de 65 dólares para 2018.
La subida del crudo se ha convertido en una sombra que amenaza la economía española en este 2018, ya que la nuestra es una economía altamente dependiente del petróleo. Concretamente, España importa el 98% de los combustibles fósiles que consume, un porcentaje que es muy superior al de la media de la Unión Europea, que se encuentra en el 73%, y que sitúa nuestro país entre los diez estados miembros con una mayor dependencia de las importaciones de petróleo, carbón y gas.
¿Cómo afecta esta subida a las empresas de transporte?
A diferencia de lo que ocurre en otros países de la UE, España es un lugar donde la mayor parte de las mercancías se mueven por carretera. Por tanto, un aumento del petróleo encarece los costes de casi todos los sectores, en especial el sector transporte, y reduce su competitividad. Actualmente, se han superado los máximos del 2017: 1,258 euros el litro de la gasolina de 95 octanos y 1,136 euros el litro del gasoil. En este contexto, tampoco habría que descartar un aumento del precio de los billetes de autobús, de ferrocarril y de avión.
El aumento de la cotización del crudo se debe, principalmente, a la política de recortes en la producción que está llevando a cabo Arabia Saudí, que es quien controla el cartel. Lo peor es que se pronuncian a favor de continuar por esta línea los próximos meses.
Otros motivos de la subida del precio del petróleo Brent, de referencia en Europa, son las nuevas sanciones a Irán, la fuerza de la demanda y los problemas de producción de crudo en Venezuela o Angola que están presionando al alza el precio del 'oro negro'. España, importador neto de petróleo, se enfrenta al riesgo de que un petróleo más caro lastre la competitividad de las empresas y desequilibre la balanza comercial hacia un déficit mayor.
Esta subida podría ser el anticipo de una nueva recesión que pondría otra vez a España contra las cuerdas. Nos veremos en una situación menos grave, pero similar a la de 2006-2007, con una combinación de desaceleración económica y subida de tipos.
La peor parte puede llegar más adelante, ya que la banca española aún está en situación de alta vulnerabilidad y el endeudamiento sigue siendo altísimo, especialmente en el sector público. Si se cumplen las peores expectativas y se unen altos precios de petróleo, desaceleración económica mundial y subida de tipos, la recesión estará asegurada. Y a no ser que el BCE tome medidas rápidas, otra vez veremos cómo la desconfianza respecto a España se extiende como la pólvora y una recesión se convierte otra vez en una depresión, revelando de nuevo todas las debilidades de la economía española, especialmente la enorme deuda exterior y la intolerable dependencia energética.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado este lunes que las perspectivas de la economía española son "favorables", aunque no están exentas de riesgos, como el alza del petróleo, sobre lo que ha dicho que podría tener un efecto "directo" en la economía y que si no se hacen "las cosas bien", puede afectar a la competitividad de las empresas españolas. El alza del crudo también será determinante en el nivel de precios de la economía, que vuelve a ser un asunto de preocupación.
En Didtrans trabajamos cada día con empresas de transporte y logística que se ven afectadas por el vertiginoso aumento en los costes del petróleo, por esa razón, esperamos y deseamos que la situación se regule lo antes posible y no llegue a males mayores. ¡STOP a la subida del Crudo!
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